viernes, 5 de agosto de 2011

los Pron





ele [L (l)]

que no exista imagen fijada de ello solo significa que la realidad puede ser verosimil, pero no verdadera.
Regreso de la escuela con mis catorce a cuestas y dos libros robados de la biblioteca del piso superior del ayuntamiento, uno sobre energia y petroleo, ambos de tapas blancas. Aparece mi madre en el recibidor (la puta imagen, enorme, de la comunion con sus caritas pintadas y la cruz que cuelga de mis manos lijadas), bata a rayas, con el rostro alterado de lo que creemos alcohol aunque en realidad es la alargada depresion de su vida frustada. -Esta aqui Don Candido y no encuentro a tu padre en la fabrica. La figura de mafioso sobre la mecedora con una sonrisa que se me antoja burlona y dos besos en dos mejillas y el sexo con su Juan Ramon en las arrugas de la memoria pidiendo explicaciones a las ausencias.
Quiza mi padre piense lo mismo sobre las mias, ausencias, mientras yo pienso en el conduciendo por la autopista, camino de su casa, la casa de mis padres que ellos imaginan que como tal es tambien mia, mi casa ausente, mi cocina con la ventana al cuarto de baño con vistas a la cabeza de mi hermano que asoma para reirse de mi edad y dejarme la paja a medias. Al lado del bidet, la silla de ruedas.

 

Pe [P (p)]

y despues...de fondo las imagenes, en la pared desnuda donde antaño estuvo el telefonillo, que voy creando en mi cabeza al escuchar las voces altas del televisor de la vecina que se cuela por los poros de las paredes, terreas tochanas. Accidente, automovil, bomberos, sierra, maletero, pie, pierna, tornillos, hermanos; imagenes de Santiago en la rotonda, de su cojera -levedad izada-, de su pelo color rosa, de mi hijo en brazos de Gloria, de mis derrotas.

 

hache [h (H)]

le he pedido Gloria el manuscrito de poesias de amor del avi Ermenter y el fajo de cartas destinadas, a su segunda esposa la actriz Teresa Font, desde la contienda. Teresa era el nombre de mi muerta paterna. Nunca tuve apegos, ni con el ni con ella. La imagen de su primera e innombrada esposa me asalta desde el balcon que da al ayuntamiento sobre la farmacia. La visualizo de encajes esperando el regreso del amado desde la fabrica, la mirada posada en las palomas de la plaza pensando en agarrarse a su cuello, en abrirse suave y lentamente, en recibir la muerte asida de amor, tocandose el vientre, esperando un milagro que la fecunde. Soy el hijo muerto de un nonato de antes de la guerra. Gloria esta segura de no poseer en su estudio ningun tipo de escritura muerta. Soy, pues, hijo de la ausencia de letras.

 

ge [g (G)]

Cambiamos de hospital para evitar al medico. El chino Martinez, despues de consultar a su equipo, innova en su criterio y esta dispuesto a cortar la pierna derecha, asi que recurrimos a una tercera opinion. Patricio es el nombre del doctor espigado que admira la cantera, en que se ha convertido el erial que antes era paisaje y retrato, con las manos cruzadas tras la espalda recta. -Doctor, digo con un deje. El telefono marcado esta ocupado o fuera de cobertura pero el motor de una perforadora le obliga a volverse hacia mi, colocandose -con el corazon extendido- las lentes. Su padre esta bien, escucho, su pierna no sera de caoba, ni de aluminio y se tapa un ojo con la palma de la mano. El periodico que encontre el dia anterior en el acantilado perfectamente doblado cae al suelo desparramando todas sus crisis por el piso cementado.


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